Ingredientes:
Para la base:
200 g de galletas María o digestive
100 g de mantequilla derretida
Para el relleno:
500 g de queso crema (tipo Philadelphia)
200 g de nata para montar (crema de leche)
150 g de azúcar
3 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla
200 g de melocotones en almíbar (pueden ser de bote, escurridos y en trozos)
Para la cobertura:
150 g de mermelada de melocotón (puedes usarla de la misma fruta o de otra variedad)
Instrucciones:
Preparar la base:
Tritura las galletas hasta que queden como polvo.
Mezcla el polvo de galleta con la mantequilla derretida.
Presiona la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable (aproximadamente de 23 cm de diámetro) para formar una base uniforme. Refrigera mientras preparas el relleno.
Preparar el relleno:
Precalienta el horno a 160°C (320°F).
En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave y sin grumos.
Añade el azúcar y mezcla bien.
Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
Añade la nata y la esencia de vainilla, y mezcla hasta que la masa esté bien combinada.
Incorpora los melocotones en trozos, mezclando suavemente.
Hornear:
Vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta ya refrigerada.
Hornea durante 50-60 minutos, o hasta que el centro esté casi cuajado (puede moverse un poco en el centro).
Apaga el horno y deja la tarta dentro con la puerta entreabierta durante 1 hora para que se enfríe gradualmente. Luego, enfría completamente en la nevera durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche.
Añadir la cobertura:
Calienta la mermelada de melocotón ligeramente en un cazo o en el microondas para que sea más fácil de extender.
Extiende la mermelada sobre la tarta enfriada.
Servir:
Desmolda la tarta con cuidado y sírvela fría.